lunes, 12 de octubre de 2015

Origen de la expresión "Irse por los cerros de Úbeda"

Empleamos este modismo para hacer entender a alguien que no está siendo claro, que empieza comentando una cosa y se pierde en detalles sin importancia o que simplemente rehuye una pregunta hablando de otro asunto.
Ejemplo: "No te vayas por los cerros de Úbeda que me estabas contando qué tal tu trabajo, no toda tu vida".

Parece ser que el origen de la expresión proviene de un acontecimiento histórico del Siglo XIII. Cuando Fernando III el Santo, en plena reconquista de España, de la mano de sus tropas, pretendía atacar la ciudad de Úbeda (provincia de Jaén), uno de los capitanes a sus órdenes desapareció antes de la contienda. Cuando todo hubo terminado, Álvar Fáñez, que así se llamaba el oficial, reapareció alegando como excusa que se había perdido por los cerros de las inmediaciones de dicha ciudad. La explicación fue considerada por un acto de cobardía dada la improbable circunstancia de perderse en un terreno que a todas luces no es lo suficiente extenso como para ello.
Una segunda versión cuenta que el motivo de su ausencia fue una chica mora de la que había quedado prendado y con la que había estado toda la noche anterior antes de la batalla, quedando "indispuesto" para el posterior y bélico menester.


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