Frase popular para describir el sueño de un borracho. Todo indica que ya en España, hace unos 500 años, se apelaba a esta fórmula oral. Algunos arriesgan a decir que se compara la conducta de un ebrio con la de un mono o una mona, en este caso. También se sabe que una práctica de ferias ambulantes muy recurrente era embriagar a un simio para provocarle conductas graciosas o sueño. Además, otra versión, señala que ya en tiempos de la vieja cultura griega se asociaba la alegría de los monos con el placer del vino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario