viernes, 14 de agosto de 2015

¿Dónde se habla el mejor español?

Esta es una de las preguntas más comunes en lo que refiere a la lengua española. Durante siglos, se consideró siempre que la forma estándar del castellano se hablaba exclusivamente en España, más concretamente en Castilla, relegando a cualquier otro acento a segundos lugares inmerecidos.
¿Qué se entiende por hablar mejor? Es decir, ¿un español tiene más recursos lingüísticos que un boliviano? ¿O un castellano más que un andaluz? Supongo que todos estaremos de acuerdo en que la respuesta es no. Sin embargo, es muy frecuente escuchar que en tal lugar se habla mejor que en tal otro, que en determinado país se habla mejor que en otro u otros, que tal hablante habla mejor que otro. Personalmente, no veo ninguna evidencia que pueda demostrar semejante postulado. Si tomamos como referencia el registro culto, cualquier hablante de cualquier latitud puede hablar un excelente español pero, por mucho que lo neguemos, los cientos y cientos de acentos del castellano luchan entre ellos para hacerse con el triunfo en lides tales cómo cuál es el acento más claro. Y aquí es donde elementos personales, que no científicos, dan la victoria a unos u otros. En realidad, todo depende de la familiaridad que tengamos con ciertas formas del habla y no con otras lo que nos hace decantarnos, por lo general, por acentos que hemos escuchado desde niños y que  forman parte intrínseca de nuestra cultura lingüística.
Yo, como español que soy, me siento mucho más cómodo escuchando cualquier forma del castellano que se habla en España que con ciertos acentos latinoamericanos que, no siendo ni mejores ni peores, no han formado parte de mi día a día. Lo mismo se puede decir del español de España que, nos guste o no, resulta extraño a muchas personas de ultramar y que reconocen inmediatamente por el uso del sonido /z/ en palabra como “zapato”, “cereza” o “cazo” y que suenan /sapato/, /seresa/ y /kaso/” en todos los países hispanoamericanos, lo que durante siglos fue considerado un error de la forma culta del español y así lo estudiamos muchos mientras la RAE a fecha de hoy lo define exclusivamente como “acto y efecto de sesear” y “sesear” como “Pronunciar la z, o la c ante e, i, como s. Es uso general en Andalucía, Canarias y otras regiones españolas, y en América.” Todo esto nos lleva a la respuesta final a la pregunta que postulaba al principio. No hay ninguna forma lingüística del español que supere en calidad a las demás en ningún sentido; lo que sí hay son hablantes que por su formación o conocimiento elevan el castellano a altísimos niveles de corrección  que nada tienen que ver con el lugar del que procedan. El hecho de que Vargas Llosa sea peruano no hace que el español peruano sea mejor que el de cualquier otra nacionalidad; lo único que nos dice es de las competencias lingüísticas de este hablante determinado, por su cultura y conocimientos, está muy por encima de lo que podría considerarse la norma. Esto es extensible, por supuesto, a Cela, a Neruda, a Gabriela Mistral, a García Márquez y a otros muchos que han hecho del español su forma de vida.

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